domingo, 24 de noviembre de 2019

Noviembre, otoño, vacaciones de relax...

Noviembre es, en nuestra vida, sinónimo de vacaciones otoñales, relajantes ¡y manchegas!.😊
Es en este mes, ya terminando el año, que nos acercamos a las tierras albaceteñas de La Manchuela, en las cercanías de Villatoya, a orillas del río Cabriel.
Aquí se vive el otoño de una manera especial. 
Este año, los sauces mecen sus cabelleras verdes impulsados por el viento; las moreras están todavía en pleno esplendor; plátanos de sombra -Platanus Hispanica- aún cubiertos de hojas... Es ahora cuando empiezan a amarillear...Y en amable convivencia, los rosales emiten sus últimas flores de la temporada...
Conforme avanzan los días, los amarillos dorados, paja, ámbar y ocres se van enseñoreando del paisaje...Los días se hacen perezosos, y las horas de luz disminuyen.
Toda la naturaleza nos señala el final de esta estación que preludia el invierno próximo.
A pesar de todo el tiempo transcurre deprisa, agradable, ameno, placentero y divertido. De ello se encarga todo el personal de los hoteles, en especial, el equipo de animación: Roxana, Pepi, Moises, Cloti, y el último fichaje, Luis.
        
En nuestra estancia hemos descubierto que las casualidades existen. Nos hemos encontrado con un familiar del que hacia años no tenía noticias. Ha sido una gran alegría.
Aquí se establecen muchos contactos sociales... Carlos y Leo, Santos y May Carmen, Petri, Carmen, Ermelinda, Flora, María, Eugenio y Pura... Hablando de dónde es cada uno, hemos encontrado antepasados comunes con Celes y Jesús. Con ella nos conocíamos desde cuando éramos niños. Y a pesar del paso de los años, ¡nos hemos reconocido como parientes! Ha sido una sorpresa increíble. Y hemos disfrutado recordando vivencias de otros tiempos.
-Jedrea + Margalló-

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