sábado, 30 de diciembre de 2017

La familia y las fiestas navideñas:

La Navidad es tiempo de reunirse en familia.
La familia se junta para celebrar las fiestas. Formamos una piña de diferentes niveles.
La familia es un lugar donde nos refugiamos todos, unidos por el cariño y el amor.
Esto me ha hecho pensar en una homilía del Papa Francisco. 
Independientemente de las ideas religiosas, es un texto muy hermoso y espiritual sobre la familia. Creo que merece la pena leerlo entero.
Se titula: Familia, lugar de perdón...
Y dice así:
"No hay familia perfecta.
No tenemos padres perfectos, no somos perfectos, no nos casamos con una persona perfecta, ni tenemos hijos perfectos.
Tenemos quejas de los demás.
Decepcionamos unos a otros.
Por eso no hay matrimonio sano, ni familia sana sin el ejercicio del perdón.
El perdón es vital para nuestra salud emocional y la supervivencia espiritual.
Sin perdón la familia se convierte en una arena de conflictos y un reducto de penas.
Sin perdón la familia se enferma.
El perdón es la asepsia del alma, la limpieza de la mente y la liberación del corazón.
Quien no perdona no tiene paz en el alma, ni comunión con Dios.
La pena es un veneno que intoxica y mata. Guardar el dolor en el corazón es un gesto autodestructivo. Es autofagia.
El que no perdona se enferma física, emocional y espiritualmente.
Y por eso la familia necesita ser lugar de vida y no de muerte; el territorio de cura y no de enfermedad; es escenario de perdón y no la culpa.
El perdón trae alegría donde la pena produjo tristeza, donde el dolor causó enfermedad."
-Carrasca-

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