viernes, 29 de septiembre de 2017

Membrillos por San Miguel:

Desde que tengo conocimiento, existe esta fruta y, a diferencia de otras, que no prosperan tanto en cuanto a forma,  tamaño o sabor.
Es noble.
 

Si hablamos de sus cuidados, el membrillero raramente falla en tener buena cosecha.

Por supuesto que si se les cuida bien, se pueden obtener  unos ejemplares como estos: 

Redondos, esféricos, amarillos luminosos son como múltiples soles de otoño iluminando mi huerta, fieles siempre, a finales de septiembre.

Para San Miguel,😉esta fruta  ofrece su aspereza,
su rudeza, su sequedad, su dureza y desabrimiento en su carne. Es difícil de consumirla, así, cruda. Creo que es la única que conozco que ofrece su hosquedad al consumidor.

¡Qué pocas personas podemos con ellos,  así sin maridarla con azúcar. Es como si pidiese a gritos la compañía de la dulzura para apaciguar su furia y severidad.

De modo que existen numerosas recetas muy fáciles en las cuales se puede degustar  este  preciado fruto.
Entre ellos puedo destacar algunos de los que conozco: dulce de membrillo -en otras partes le llaman 'carne de membrillo'; la compota; pastel de membrillos...
Y no digo nada, si a un bizcocho se le pone una capa de filetitos finos de membrillo, y encima se sirve con una mousse de queso...
Ademas es un manjar que contiene poca azúcar, en su estado natural, apto para todos los públicos.
¡¡Os animo a consumirlos!! Es la época.😊
              
¡Ah! Y si no eres capaz de comértelo, disfruta de esta fruta otoñal de manera literaria:
---Sensación de membrillo---
A veces una cosa nos parece otra,
y esa otra, otra distinta y diferente.
Caía la tarde como siempre dorada,
como suele caer el membrillo amarillo,
sobre una rebanada de pan crujiente.
extendiéndose con parsimonia lenta,
embadurnándolo y manchándolo todo.
de un dulce, ligero y melancólico sopor,
que va anunciando la noche ya cercana,
donde ya no habrá membrillo pegajoso,
cubriéndolo todo con su dulce sabor,
y su brillante color amarillo limón...
Anunciando la noche y mordiendo fuerte,
la rebanada de crujiente pan con membrillo.
A veces una cosa nos parece otra...
y esa otra, otra distinta y diferente...
Por eso hay que mirar dos veces y más,
para no ser engañados por la realidad.
-Olmo-

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