jueves, 5 de mayo de 2016

En el mes de la Virgen María, Madre de Dios.

Mayo es el mes de las flores, de la primaveras...
Muchas familias esperan este mes para celebrar fiestas familiares, y una que suele ser especial en la vida de las personas es  la recepción por primera vez del sacramento de la Eucaristía.
Es un acontecimiento importante en la vida religiosa de las personas después del Bautismo. Es un momento especial por su incorporación a la comunidad parroquial, y fecha única para su orientación cristiana.
Es un encuentro inolvidable con Jesús. Un día que recordarán como uno de los más hermosos y felices de la vida.
Este año me toca a mi participar en esta Fiesta tan especial.
También mayo es el mes que todos recordamos a nuestra madre, que desde hace algunos años se celebra el primer domingo, y las flores es el regalo más frecuente para agasajarlas a quien nos dio la vida.

Por todo ello nos debe recordar a nuestro Creador, mes  dedicado a la mujer más especial de entre todas las criaturas, a la Santísima Virgen María, un  alma  dedicada a Dios, y que ofreció su vida  al servicio de Jesucristo  nuestro  Redentor.
María, madre de Jesús de Nazaret, fue una mujer judía de Galilea, que según diversos pasajes testamentarios, como los pertenecientes al evangelio de San Mateo, vivió en el siglo I antes Cristo.
Es la única mujer que Dios le permitió ser concebida y nacer sin pecado original, a la Virgen María  se le concedió este privilegio porque iba a ser madre de Cristo, el Hijo de Dios.
A finales de su vida  fue subida en cuerpo y alma al Cielo.
Son muchas las advocaciones que recibe la Virgen: la Virgen de los Desamparados, La Xeperehueta;  la del Pilar, La Pilarica;  la del Monserrat, La Moreneta; la de Covadonga, La Santina; La Virgen del Rocío, La Blanca Paloma; la Virgen de los Reyes; la Virgen de la Candelaria; la Virgen de la Cabeza; la Virgen de la Almudena; María Santísima de la Esperanza Macarena Coronada; la Virgen del Carmen; la Virgen del Rosario; la Virgen del Perpetuo Socorro; la Virgen de Lledó...
O las otras advocaciones fuera de España: de México, la Virgen de Guadalupe. O la de Francia, Nuestra Señora de Lourdes. O la de Polonia, la Virgen Negra de Częstochowa. O la de de Bosnia-Herzegovina -antigua Yugoslavia-, la Virgen de Medjugorje -La Inmaculada Concepción-, la Gospa...
Pero entre ellas, en este mes se  conmemoran especialmente, sus apariciones en  Fátima, Portugal, el día 13 se celebra Nuestra Señora de Fátima.
Para aquellos que tenemos muchas primaveras acumuladas, el mes de mayo es un mes de rezar especialmente a la Virgen las oraciones llamadas 'flores de mayo'.
Yo dejo un trozo de una oración que ha compuesto el Papa Francisco:
"Madre del Evangelio viviente,
manantial de alegría
para los pequeños,
ruega por nosotros.
Amén. Aleluya".
-Pensamiento-

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