Como ya conté en otras ocasiones, Jaén es la provincia de España con la mayor producción de aceite de oliva del territorio nacional. Castillo de Locubín es el municipio donde resido en ocasiones, es uno de los municipios donde la agricultura es la principal fuente de riqueza, siendo, naturalmente, el olivar la primera en importancia, seguida de
cerezas y almendras.
En este municipio, y desde tiempos inmemorables, existe un olivo que, según los más mayores del pueblo,
se dedicaba la producción del aceite que rendía, para alimentar la lámpara votiva de la iluminación del Santísimo, por ese motivo a este olivo se le rinde culto, un respeto revestido de nostalgia. Quizás por ese motivo, nunca se le corta ninguna rama estando en estado semi-salvaje en ese aspecto, o así su volumen es tan impetuoso.
Posiblemente la naturaleza, que es sabia lo desarrolló, con esa majestuosidad, basta ver sus hermanos de los olivares más próximos que son cuidados normalmente la diferencia con él.


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