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miércoles, 3 de enero de 2018

Tiempo de narcisos:

Puntualmente, como cada año en enero, aparece la primera flor en mi jardín.
No le teme al frío, ni a otras inclemencias, para  hacerse ver como un cepellón verdoso de hojas lineales, entre las hojas semipodridas de sus compañeras plantas, las cuales la protegen y alimentan.
Se trata  del narciso.
Cuenta la leyenda que Narciso, hijo del río Cefiso y de la ninfa Leiríope. Estaba dotado de grana belleza, e era insensible a los sentimientos amorosos, pero se enamoró de sí mismo, sin reconocerse, al contemplar su imagen reflejada en una fuente.
Ante la imposibilidad de alcanzar el objeto de su amor, se dejó morir.
En aquel lugar surgió el manojo de hojas y flores que forman estas bulbosas de la familia de las amarilidáceas.
También reciben este nombre las personas que cuidan demasiado de su aspecto físico o que admira sus dotes.
    

Esta planta cuenta con multitud de variedades. Se compone de unas cuarenta especies  y coloraciones distintas, sus hojas  completamente verdes  y alargadas  dan la sensación  de acompañar  y proteger al tallo que porta su flor.
Su cultivo es  bien  sencillo.
No precisa de grandes cuidados,  ni necesita ser plantada cada temporada.
Después de su floración, la planta  de  deshace  quedando enterrado solo el bulbo a la espera  del próximo invierno.
Incluso los puedes poner en un tiesto o una maceta.
No soy  escritor,   ni siquiera  jardinero profesional, solo soy amante de la naturaleza, y deseo  concienciar a la sociedad para que no se destroce  la vegetación, ya que por insignificante que parezca una planta, tiene una función, una época y un espacio en el campo, por todo ello me gustaría  que dejes un comentario, expresando tu opinión.
-Olmo

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