¿Y qué decir de sus aguas?
Parece ser que desde siempre han sido utilizadas sus aguas, pero fue a principios del siglo XIX , en pleno auge de las curas hidropónicas, cuando La Villavella tuvo su mayor apogeo dentro del mundo de los balnearios.
Contó con 11 balnearios y una afluencia de 10.000 personas que la visitaban.
Narran los vecinos que en cada casa había un manantial que era explotado para lo que llamaban 'la toma de las aguas'.
De los muchos balnearios, el último derruido en el 2002, sólo ha quedado este Balneario de Villavella.
En funcionamiento desde 1850, como se puede apreciar en las imagen de las fotos que decoran estancias del hotel.
Esta mañana he conocido a la dueña. Desde tiempos de su bisabuelo el balneario está en propiedad de su familia, actualmente lo dirigen sus hijos y su yerno.
Este establecimiento aprovecha las propiedades curativas de las aguas del subsuelo.
La temperatura en el manantial es de 40º.
Poseen acciones laxantes, diuréticas y sedantes.
Mejoran la motilidad de la vesícula biliar, aumentan la secreción biliar. Regulan el equilibrio neurovegetativo.
Por vía tópica, destacan los factores mecánicos. Aplicando el principio de Arquímedes, se produce un aligeramiento de peso que facilita toda libertad de movimiento, mejorando también la circulación de retorno, gracias a la presión hidrostática del medio.
Y también sobresalen los factores térmicos. Por su temperatura las aguas tienen un poder sedante y relajante de la musculatura y de los ligamentos, produciendo también acciones analgésicas, descontracturantes...
Los expertos las clasifican como hipertermal, por su temperatura; de mineralización media por su mineralización; radiactiva, con iones predominantes de Sulfato, Calcio y Magnesio;y extremadamente dura, por su dureza.
Combina el ambiente decimonónico con unas modernas instalaciones, donde se ofrece servicios de baños, duchas de chorro, inhalaciones, pasillo flebotónico, masajes, quiromasajes, parafangos...
Es decir, puedes elegir el programa que más te convenga para tu salud y para tu economía.
Contó con 11 balnearios y una afluencia de 10.000 personas que la visitaban.
Narran los vecinos que en cada casa había un manantial que era explotado para lo que llamaban 'la toma de las aguas'.
En funcionamiento desde 1850, como se puede apreciar en las imagen de las fotos que decoran estancias del hotel.
Esta mañana he conocido a la dueña. Desde tiempos de su bisabuelo el balneario está en propiedad de su familia, actualmente lo dirigen sus hijos y su yerno.
Este establecimiento aprovecha las propiedades curativas de las aguas del subsuelo.
La temperatura en el manantial es de 40º.
Poseen acciones laxantes, diuréticas y sedantes.Mejoran la motilidad de la vesícula biliar, aumentan la secreción biliar. Regulan el equilibrio neurovegetativo.
Por vía tópica, destacan los factores mecánicos. Aplicando el principio de Arquímedes, se produce un aligeramiento de peso que facilita toda libertad de movimiento, mejorando también la circulación de retorno, gracias a la presión hidrostática del medio.
Y también sobresalen los factores térmicos. Por su temperatura las aguas tienen un poder sedante y relajante de la musculatura y de los ligamentos, produciendo también acciones analgésicas, descontracturantes...
Los expertos las clasifican como hipertermal, por su temperatura; de mineralización media por su mineralización; radiactiva, con iones predominantes de Sulfato, Calcio y Magnesio;y extremadamente dura, por su dureza.Combina el ambiente decimonónico con unas modernas instalaciones, donde se ofrece servicios de baños, duchas de chorro, inhalaciones, pasillo flebotónico, masajes, quiromasajes, parafangos...
Es decir, puedes elegir el programa que más te convenga para tu salud y para tu economía.
-Margalló-
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