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domingo, 13 de diciembre de 2015

El Año de la Misericordia:

La Misericordia es la virtud que nos inclina a ser compasivos y clementes.
Así la define el diccionario.
El Papa Francisco, en su Bula de convocación del Jubileo extraordinario de la Misericordia, nos invita a vivir este año de gracia.
La Misericordia es un atributo de Dios, por el que nos perdona y remedia nuestras faltas.
El Papa ha querido que este Año Santo tenga una peculiaridad y es que se celebra no sólo en Roma, sino también en todas las demás diócesis del mundo.
El lema es "Misericordiosos como el Padre".
El tema particular que interesa al Papa se encuentra en el número 15: las obras de misericordia espirituales y corporales deben redescubrirse "para despertar nuestra conciencia, muchas veces aletargada ante el drama de la pobreza, y para entrar todavía más en el corazón del Evangelio, donde los pobres son los privilegiados de la misericordia divina."
El deseo del Papa es que este Año, sea vivido también compartiendo la misericordia de Dios, y esto pueda convertirse en una oportunidad para "vivir en la vida de cada día la misericordia que desde siempre el Padre dispensa hacia nosotros. En este Jubileo dejémonos sorprender por Dios. Él nunca se cansa de destrabar la puerta de su corazón para repetir que nos ama y quiere compartir con nosotros su vida."
La Puerta Santa fue abierta por el Papa, en San Pedro, el 8 de diciembre pasado y, el domingo siguiente, en todas las iglesias del mundo.
Por eso, hoy, día 12 se ha celebrado el acto de abrir la Puerta en nuestra catedral.
Ha sido precioso. Lo hemos podido seguir en una gran pantalla.
Me ha emocionado especialmente la procesión del matrimonio joven.
Detrás del coro, el pasillo que hay, es el que representa la Puerta Santa. En él están representadas las distintas etapas de la peregrinación, y al salir, se encuentra uno con la Pila del Bautismo.
Las ilustraciones han sido hechas por un franciscano:
-Carrasca-

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