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domingo, 11 de enero de 2015

Enero, un mes frío

"Enero frío y sereno, inaugura el año nuevo".
Las bajas temperaturas resecan  la piel y favorecen las arrugas. Por lo tanto, además de extremar la hidratación, hay que alimentarse correctamente.
Hidratos de carbono, agua, proteínas, azúcares, grasas y vitaminas son los componentes básicos de los alimentos que ingerimos.

En las últimas generaciones se ha producido un cambio radical de vida. Se están abandonando
costumbres alimentarias que han pervivido a través del tiempo, y que constatan una sabiduría ancestral.

La comida debe alegrar la vista, estimular el olfato, el deseo de degustar, además de satisfacer las necesidades energéticas y dar sentido de saciedad.





El cuerpo humano transforma las sustancias químicas que contienen los alimentos en energía térmica y mecánica, es decir, aportan calor y movimiento, sus componentes vitales.
Los alimentos  se transforman en calor,  en el proceso digestivo. Este consiste en dividir los alimentos en sus componentes más simples: proteínas, grasas y azúcares…
%.--¿Y qué dice la tradición popular sobre la comida?
Dice que en terrenos como el nuestro, donde el invierno es largo y frío, el cuerpo necesita alimentos que nos proporcionen energía.
%.--¿Y dónde la podemos encontrar?
Pues en diversas fuentes. Pero nuestro recurso típico y proverbial es el cerdo.
¿Quién no ha oído hablar del jamón de Teruel?


En una próxima entrada hablaré de este animal, del que se dice “¡me gustan hasta sus andares!”…
-Margalló-


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