En este domingo continuamos con el calendario litúrgico.
El adviento es un tiempo de alegría y agradecimiento por el avenimiento de Nuestro Señor Jesucristo.
Seguimos en estas semanas que proceden a la Navidad y que son una oportunidad para prepararse en esperanza y en arrepentimiento para la llegada del Señor.
La segunda semana nos invita, por medio del Bautista a «preparar los caminos del Señor»; esto es, a mantener una actitud de permanente conversión. Jesús sigue llamándonos, pues la conversión es un camino que se recorre durante toda la vida.
Durante la segunda semana, la liturgia nos invita a reflexionar con la exhortación del profeta Juan Bautista: "Preparen el camino, Jesús llega" y, ¿qué mejor manera de prepararlo que buscando ahora la reconciliación con Dios?
En la semana anterior nos reconciliamos con las personas que nos rodean; como siguiente paso, la Iglesia nos invita a acudir al Sacramento de la Reconciliación -Confesión- que nos devuelve la amistad con Dios que habíamos perdido por el pecado. De esta forma, para que cuando llegue la Navidad, estés bien preparado interiormente, uniéndote a Jesús y a los hermanos en la Eucaristía.
Encendemos la segunda vela morada de la Corona de Adviento, como signo del proceso de conversión que estamos viviendo.
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