¡¡Chsss!!
¡¡No hagáis ruido!!
¡¡Abstente de hablar!!
Esa es la actitud que se transmite la noche entre el miércoles y el jueves por las calles del casco antiguo de la ciudad mudéjar, de Teruel.
Jesús Nazareno, el del Arrabal, va recorriendo las estrellas calles, por donde apenas si cabe su peana...
Y los penitentes le acompañan en silencio. Con la ausencia total de las voces. Con la omisión de comunicación humana.
Las volutas del humo del enorme incensiario se dirigen hacia la oscuridad del cielo nocturno.
Las volutas del humo del enorme incensiario se dirigen hacia la oscuridad del cielo nocturno.
Cada persona centrada en su comunicación con Dios.
Cada uno, en el recogimiento que produce ese silencio externo, donde sólo se oyen los pensamientos dentro de sí mismo...
-Carrasca-
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