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martes, 30 de agosto de 2016

Por el Norte de Aragón: a Jaca y San Juan de la Peña

Esta vez nuestra salida de Teruel  tomó dirección hacia el Pirineo Aragonés, hacia Jaca.
Nos distribuyeron las habitaciones del hotel, porque sería nuestro destino-base durante los días que estuviésemos allí.
Empezamos visitando Jaca. Xaca, en altoaragonés.
                                        
Si te apetece leer la historia, pica en el enlace.
Parece que es sinónimo de yegua, la hembra del caballo, pero no, su nombre antiguo era Iacca.
Pertenece a la provincia de Huesca y es la capital de la Jacetania.
Actualmente tiene infinidad de barrios rurales, porque desde antiguo es una localidad con mucha importancia. Ya que, incluso acuñó su moneda autónoma, con alfabeto ibérico. Más tarde en la Edad Media también tenía moneda propia, las jaquesas.
         
Visitamos su catedral, San Pedro de Jaca. Una de las primeras del románico.
Por supuesto que nos llevaron a probar una tapa típica de allí, que resulta que era una patata asada.
En medio de Jaca se encuentra la Ciudadela.
La mandó construir Felipe II, a finales del año 1592.
Tiene forma pentagonal, y un foso por el que campan a sus anchas varios ciervos.
                    
Fue llamada hasta el siglo XIX, el Castillo de San Pedro
Tiene una pequeña iglesia del siglo XVI, dedicada  a San Pedro.
Yo creo que la imagen que preside el altar es la Virgen de la Concepción.
Hay una exposición, un museo militar, y al entrar en el cuarto de mandos, tienen unos soldados con los uniformes de aquella época.
El primero que iba en la batalla era el tamborilero, después los fusileros,  que necesitaban un apoyo estilo de orca, para apoyar el fusil y, por  último, los lanceros.

También vimos donde guardaban la pólvora, que no era donde estaban colocados los 7 cañones.
Nos llevaron a ver el Fuerte Rapitán. Es llamado así porque está situado, en una colina, el cerro Rapitán, del que se divisa toda Jaca.
Es un fuerte poligonal, del siglo XIX.  Para su construcción el Estado gastó, en aquellos tiempos,  6 millones de pesetas, y trabajaron para rebajar el cerro y aplanarlo, 250 jornaleros y 50 canteros.
Dispone de unas mesas o plataformas de mármol redondas, en las cuales, por medio de flechas te indican los picos de las montañas y como se llaman.
Entre ellos destaca la sierra de Guara que separa dos peñascos y es por donde se puede pasar a Francia y era la ruta que los estraperlistas empleaban. 
Una de esas mesas las regaló el entonces Príncipe Felipe, pero la rompieron quien fuese, y tuvieron que hacer otra.


El monasterio San Juan de la Peña es un edificio románico, edificado debajo de una gran peña.
Tiene muchos creo se llaman capiteles Románicos rematados con figuras talladas de Santos.
En él están enterrados los Reyes de Aragón.
En la parte superior, en una explanada de pinos y acebos, se encuentra una Iglesia, donde nos pasaron una película de la historia de San Juan de la Peña y su caballo.
Cuando estuvimos nosotros estaban con excavaciones donde se encuentra el Nuevo Monasterio, y encontraron  un fusil. Estas zonas habitadas desde antiguo guardan infinidad de secretos y vestigios.
-Pensamiento-

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