De nuevo dedico un poco de mi tiempo para mostrar a los componentes y colaboradores del blog, mis vivencias y aficiones.
Como cada primavera y después de largo y frío invierno, resurge con todo su esplendor y fuerza la naturaleza.
Algo tan maravilloso que nadie, ni siquiera la ciencia, puede sustituir a la creación.
Yo pongo mi ínfimo granito de arena realizando los cuidados que requiere en el periodo de invernación, y, por ello, celebro el reencuentro cuando empiezan a despertar las plantas, ya que dan satisfacción a mis sentidos al observar esta espectacular escena del nacimiento de las hojas y el florecer de los rosales.
Todo ello me produce la necesidad de seguir trabajando en mantener y mejorar, tanto como es posible mi jardín, de tal manera que hago mío el dicho de 'Mayo, mes de las flores'.
Como cada primavera y después de largo y frío invierno, resurge con todo su esplendor y fuerza la naturaleza.
Algo tan maravilloso que nadie, ni siquiera la ciencia, puede sustituir a la creación.
Yo pongo mi ínfimo granito de arena realizando los cuidados que requiere en el periodo de invernación, y, por ello, celebro el reencuentro cuando empiezan a despertar las plantas, ya que dan satisfacción a mis sentidos al observar esta espectacular escena del nacimiento de las hojas y el florecer de los rosales.
Todo ello me produce la necesidad de seguir trabajando en mantener y mejorar, tanto como es posible mi jardín, de tal manera que hago mío el dicho de 'Mayo, mes de las flores'.
Todas las rosas son la
misma rosa,
amor, la única rosa.
Y todo queda contenido en
ella,
breve imajen del mundo,
¡amor!, la única rosa.
-Juan Ramón Jiménez-
Y no sólo a mi me despierta admiración la naturaleza, y su empuje primaveral, sino que los escritores también se inspiran en ella para producir textos tan especiales como el del lírico onubense Juan Ramón Jiménez, Premio Nobel del Literatura, en 1956.
-Olmo-
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