El barrio del Carrel, hasta principios
del siglo XIX, se conocía como calle de Murviedro. Muviedro era un poderoso labrador que, al
igual que la mayoría de sus vecinos también labradores, tenía su era y pajares en esa
zona.
A partir de 1841 se le cambia el nombre y aparece como calle Carrel.
En la Plaza de La Merced es donde empieza el Carrel. Seguimos la calle y llegamos a una bifurcación que separa la calle Carrel de la calle Ollerías del Calvario.
En 2006, por recientes trabajos arqueológicos en la zona de Mosén Peras, tiraron varias viviendas y se encontraron restos de un horno alfarero de origen medieval. Por lo tanto, se supone que en toda esa zona había varios alfareros y olleros, de ahí que se conozca como calle Ollerías. La zona era propicia para estos oficios, tenían cerca la tierra arcillosa, materia prima para su uso y se abastecían de agua de la Fuentemala o Cahariche, junto al Convento de Nuestra Señora de La Merced. Aunque el agua no era muy buena también la utilizaban para abrevar las caballerías, puesto que en el barrio vivían muchos labradores.
Con la expansión del barrio se crea la urbanización Laguía. Se inicia en los años 60, en una loma del barrio del Calvario, en unos terrenos agrícolas, eras y pajares. Esta urbanización forma triángulo con la calle del Carrel, Ollerías del Calvario y calle Travesía del Carrel. En esta urbanización, sus calles están nombradas por letras. El nombre de la urbanización lo recibe de una familia muy conocida en Teruel, “familia Laguía”. Los terrenos eran propiedad de esta familia.
Se comunica esta urbanización con el Arquillo,
saliendo hacia la carretera de Alcañiz, dejando a mano izquierda el barrio de
Dolores Romero y el Colegio de San Nicolás de Bari, construido en los terrenos
donados por Doña Dolores Romero que también donó el dinero para la construcción
de este Colegio con la intención de acoger a niños sin recursos económicos.
Por otra parte, se amplía el barrio desde la calle Ollerías del Calvario hasta los límites con el Arrabal, en las Arreñales del Portillo. Edificado en lo que antes era una zona de eras y pajares, con cierto desorden urbanístico, se encuentran las calles de San Mateo y Portillo. Si seguimos por la calle Portillo encontramos a nuestra derecha las calles San Simón, Pirineos y Tras la Iglesia de La Merced y a nuestra izquierda un grupo de calles con casas de una sola planta construidas en los años 60 y rodeadas por edificios de nueva construcción con varias plantas. La calle Portillo desemboca en un pequeño parque donde han puesto la escultura del Labrador que anteriormente estaba en la Plaza del Mercado. La verdad es que, en no muchos años, toda esta zona ha dado un cambio impresionante.
A mí siempre me ha gustado mucho
callejear y ver los cambios que se van produciendo en la Ciudad con el
paso de los años. Recordar lo que había
antes, a veces con nostalgia, pero también ver la evolución y el progreso con
admiración.
A partir de 1841 se le cambia el nombre y aparece como calle Carrel.
PLAZA DE LA MERCED |
En la Plaza de La Merced es donde empieza el Carrel. Seguimos la calle y llegamos a una bifurcación que separa la calle Carrel de la calle Ollerías del Calvario.
A la izquierda calle "CARREL" A la derecha calle "OLLERÍAS DEL CALVARIO" |
En principio, este barrio tenía estas dos calles como
principal eje. Antiguamente la calle Ollerías llegaba hasta el Calvario y la
calle Carrel hasta su salida por el Arquillo. La calle Ollerías era una rambla.
Cuando había fuertes tormentas los bajos de las casas se inundaban y después
era muy difícil deambular por esa calle debido al barro que se acumulaba.
Al asfaltar la calle ese problema se solucionó soterrando la Rambla y dándole salida a un sumidero.
Al final de esta calle había dos alfares. Uno de ellos era de la familia Punter al que yo lo visité muchas veces.
Al asfaltar la calle ese problema se solucionó soterrando la Rambla y dándole salida a un sumidero.
Al final de esta calle había dos alfares. Uno de ellos era de la familia Punter al que yo lo visité muchas veces.
En 2006, por recientes trabajos arqueológicos en la zona de Mosén Peras, tiraron varias viviendas y se encontraron restos de un horno alfarero de origen medieval. Por lo tanto, se supone que en toda esa zona había varios alfareros y olleros, de ahí que se conozca como calle Ollerías. La zona era propicia para estos oficios, tenían cerca la tierra arcillosa, materia prima para su uso y se abastecían de agua de la Fuentemala o Cahariche, junto al Convento de Nuestra Señora de La Merced. Aunque el agua no era muy buena también la utilizaban para abrevar las caballerías, puesto que en el barrio vivían muchos labradores.
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MONOTE |
La zona de los Monotes era
fundamental para los alfareros desde la Edad Media, de ahí que existieran
tantos olleros y alfareros cerca de la zona
del Carrel, Arrabal y San Julián.
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PARQUE DE LAS ARCILLAS |
Con la expansión del barrio se crea la urbanización Laguía. Se inicia en los años 60, en una loma del barrio del Calvario, en unos terrenos agrícolas, eras y pajares. Esta urbanización forma triángulo con la calle del Carrel, Ollerías del Calvario y calle Travesía del Carrel. En esta urbanización, sus calles están nombradas por letras. El nombre de la urbanización lo recibe de una familia muy conocida en Teruel, “familia Laguía”. Los terrenos eran propiedad de esta familia.
La familia Laguía tenía un hijo médico
que ejercía en Teruel, Don Aquilino Laguia, muy conocido en en la Ciudad, que
también fue Presidente del Colegio de
Médicos de la provincia de Teruel desde 1948 a 1963 y esposo de Doña María
Salvador, farmacéutica. Su farmacia-droguería era la de la Plaza del Torico
esquina con el Tozal (hoy farmacia Jorge Bueno).
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ARQUILLO |
A la izquierda calle San Mateo. A la derecha calle Arreñales. |
Por otra parte, se amplía el barrio desde la calle Ollerías del Calvario hasta los límites con el Arrabal, en las Arreñales del Portillo. Edificado en lo que antes era una zona de eras y pajares, con cierto desorden urbanístico, se encuentran las calles de San Mateo y Portillo. Si seguimos por la calle Portillo encontramos a nuestra derecha las calles San Simón, Pirineos y Tras la Iglesia de La Merced y a nuestra izquierda un grupo de calles con casas de una sola planta construidas en los años 60 y rodeadas por edificios de nueva construcción con varias plantas. La calle Portillo desemboca en un pequeño parque donde han puesto la escultura del Labrador que anteriormente estaba en la Plaza del Mercado. La verdad es que, en no muchos años, toda esta zona ha dado un cambio impresionante.
Estatua "EL LABRADOR" donada por Elíseo Salvador, que es el anciano que está junto a la estatua. |
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