Días invernales:

En mis tiempos mozos, estos días los celebrábamos mucho. Primos y amigos junto a la buenas chimeneas, que abundaban en toda las casas. Las alimentábamos, como siempre, de leña de olivo producto de la poda.

Por la condición de pueblo agrícola, estos eran los días de descanso en las tareas agrícolas en los olivares.

Aparte de sacar  el ganado: los mulos, los bueyes de labranza... al pilar para que bebieran agua...poca faena se podía hacer más.

-Kakis de este año-

Luego también  era típico, hacer una buena sartén de migas, acompañadas de kaki, melón de invierno, bacalao asado en las brasas y otras viandas propias de la época  como chorizo y chicharrones...

Total, de alguna forma había que mitigar el frío intenso.

Ya por la tarde,  se celebraban  partidas de  cartas como la brisca y el tute, donde se comentaban las últimas novedades, o chascarrillos.

Los mayores se fumaban sus cigarrillos, en algunos casos,  Caldo de Gallina, Ideales o Celtas.

Los más jóvenes nos los hacíamos de matalauva seca... Ese  fue el primer  cigarrillo que fumé.

De allí salían los muchachos fumadores empedernidos.

Yo, afortunadamente,  no llegué a tener ese hábito, por lo tanto nunca fui fumador...

Y así, entre bromas, algunos chistes de la época, algunos comentarios sobre las mozas casaderas del pueblo se pasaba la velada.

En otras ocasiones, también  por la proximidad de los carnavales, se ensayaban copillas de la época, como esta:
                                  "Eres más tonto, más tonto,

                                  eres más tonto que aquel,
                                  que lleva la burra al agua,
                                  y se la trae sin beber".

-Olmo-