El zorro le dice al Principito: “Sólo
se ve bien con el corazón, lo esencial resulta invisible a los ojos”
Por lo tanto, hay que ser un
corazón que ve.
"Hay que contemplar la realidad,
ver con amor, escuchar atentamente, entender los silencios, descubrir lo que
está detrás de lo que aparece a primera vista, leer los sufrimientos y las
dificultades ocultas", como ha escrito el obispo de Albacete en la Hoja Domincal de Noviembre.
En este tiempo vamos a ejercitar especialmente la concordia, es
decir, corazón con corazón…
-Margalló-
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